domingo, 21 de junio de 2009

Liberese de las Deudas


La deuda es, una especie de amenaza, que a muchos nos ha sobrevenido, a unos con más intensidad que a otros. En ocasiones se ha mirado a la deuda como una bendición para solucionar múltiples problemas; pero cuando nos percatarnos, esta aparente bendición, de no-tener cuidado, se ha convertido en un nuevo y mayor problema. Podemos decir, que la deuda, es un arma de doble filo.

En nuestra era moderna, por la agitación a la que nos vemos sometidos a diario, es muy común el tener las casas hipotecadas, letras mensuales para pagar los automóviles, mantener tarjetas y créditos abiertos en bancos, almacenes y tiendas. Pero por muy normal que esto sea o aparente ser, no es la mejor manera de solucionar ni de administrar nuestro dinero, además desde el punto de vista bíblico, la deuda no es una bendición. ¡Libérese de ellas!


LA DEUDA NO ES UNA BENDICION POR TRES SENCILLAS RAZONES:

1°. La deuda, no es una bendición, porque no es la mejor manera de administrar nuestro dinero.

En épocas pasadas una familia que necesitaba comprar algo costoso, el ahorro sistemático, era el único método que se utilizaba para obtenerlo, por supuesto esto tomaba varios meses o años, pero una vez comprado el artículo, era propio y estaba cancelado.

2°. La deuda no es una bendición, porque cuando nos endeudamos ya no nos pertenecemos a nosotros mismos, sino a la persona con quien hemos adquirido el compromiso. Parece cosa de chiste pero es así, la experiencia y la realidad nos enseñan que inmediatamente que uno se endeuda queda a merced del prestador, el libro de Proverbios en capitulo 22:27 nos dice: "Sí no tuvieres para pagar, ¿no te quitarán la cama?” Y en el verso siete del mismo capítulo dice: "El que toma prestado es siervo del que presta". Estos versículos nos hacen ver que al contraer algún tipo de deuda por sencilla que ésta sea, nos pone en las manos y a merced de la persona que nos prestó; muchos prestamistas se creen con derecho de abusar, ofender, injuriar, e insultar al prestatario; Cuando éste por alguna razón se atrasa en alguna de las cuotas, hay hasta quienes sé mofan de éste por la desgracia en la que ha caído. ¡Dios nos libre de esta situación!.

3°. La deuda no es una bendición, porque cuando nos endeudamos perdemos la paz. La paz se pierde debido al compromiso sistemático al cual nos vemos sometidos mes a mes día a día y año tras año. Por haber adquirido un compromiso condicional, que dice en palabras sencillas ¡sino me pagas a tiempo té quito más de lo que te presté y si me pagas a tiempo te doy la oportunidad que me sigas debiendo!.

La Deuda desde el punto de Vista Biblico estaba en la categoria de las maldiciones por Desobediencia a la voluntad de Dios.

No hay nada mejor para vivir feliz, que gozar de la bendicion de no deberle nada a nadie solo lo que dijo Pablo:

“Que no os quede ninguna deuda por pagar, excepto la continua deuda de amarnos los unos a los otros”; Romanos 13: 8.

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