martes, 1 de diciembre de 2015

LAS LEYES DE LA ABUNDANCIA

La Ley de Gastar 

Todos los que somos cristianos conocemos hasta la saciedad la ley de dar, de sembrar, de compartir, pero muy pocos sabemos que existe la ley de gastar. Fui educado para no gastármelo todo, para recoger, para guardar; también fui enseñado a ser muy cauteloso, ha planificar bien las cosas, a no dejar ni un solo cabo suelto, a ser cauto, calculador y temeroso para no dar ni un solo pie en falso. 

Fui educado casi a dejar la fe a un lado y ser simplemente un buen planificador; en algunas ocasiones funcionó, pero en otras me pase de la raya y no hacía nada por falta de dinero. Muchos de nosotros nos dedicamos a guardar y no queremos gastar, terminamos viviendo limitados porque no queremos que el dinero se nos acabe. La Biblia menciona un hecho curiosos cuando Dios le dio el mana al pueblo; ellos debían comer todo lo que podían en un solo día y no debían guardar nada para el día siguiente, solo un día se les permitía recoger el doble y ese era el día víspera del reposo, para que no salieran a recoger maná ese día. Ellos debían aprender a tener confianza y seguridad porque la provisión para el nuevo día vendría sin duda. 

En una ocasión fui invitado a dictar unas conferencias en México y un pastor amigo me convenció de dejar el hotel y me hospedara en su acogedora casa. Estando allá su esposa lo sorprendió con un dinero que le debían y se lo pagaron casi a mi llegada. Feliz su esposa le dice a mi amigo: “invita al pastor a comer unos tacos y burritos a la fonda de Luis”, (Un pariente de la familia) cuando caminábamos por la fría vereda, el pastor poniendo la mano sobre mi espalda me dice: “Tenemos que gastas todo ese dinero, para que Dios nos dé más”, cosa que por supuesto no compartí. 

Yo he sido pastor por muchos años pero esto, les aseguro, no lo he enseñado nunca. Yo he enseñado de administrar, de ahorrar, de sembrar, de dar, de ofrendar, pero no de gastar. Porque siempre he pensado que quien gasta despilfarra y vienen a la pobreza. Mi experiencia con el pastor de México, no es única. Siendo muy joven me tocó vivir con otro pastor amigo, por tres meses, acompañándole a levantar una iglesia en la capital de panamá; yo lo regañaba y lo tildaba de despilfarrador y bota rata, le decía, “yo no puedo vivir con tú estilo de vida”, y era cierto, ahora tampoco él mismo entendía lo que le pasaba, pero siempre conseguía dinero. 

Mi amigo pastor de panamá, vivía el día a día, lo mismo le daba tener diez o cien dólares al día, que los gastaba de inmediato, pensando que mañana conseguiría más y así mismo ocurría, de una u otra manera algo sucedía y el dinero aparecía como por arte de magia, “tú si eres suertudo”, muchas veces le dije. Así como un día podíamos estar comiendo en una pequeña fonda, al día siguiente podíamos estar de etiqueta cenando en un fino restaurante cinco estrellas. 

No fue sino hasta hace poco, mientras luchaba contra mis compromisos financieros, juntando, estirando y guardando lo poco que me quedaba para pagar, cuando Dios me habló y me dijo: “No temas gastar, porque cada vez que tú vaso este vacío yo lo llenaré, pero no podré llenar lo que ya está lleno”. Allí mismo tome la determinación de liquidar todas mis cuentas molestosas, dinero que llegaba dinero que pagaba, gastándome todo y así salí adelante sin darme cuenta. Dios no quiere que estemos limitados económicamente, él nos hizo para la prosperidad, para la abundancia; si la naturaleza tiende a la abundancia lo más natural es que nosotros tengamos abundancias también. 

Pero ojo tenemos que entrar en la abundancia de las bendiciones y no en la abundancia de los problemas. Cuando me decidí a gastar empecé a tener y todos mis compromisos financieros se esfumaron, antes no tenía dinero para pagar ahora el dinero llegaba solo y en la bolsa siempre había harina. 

Pero les soy sincero, todavía estoy aprendiendo de esta ley, “La ley de gastar”, porque esta ley no actúa sola, se necesita primero dominar la “ley de generar o de ganar” la cual les compartiré en otra entrega. 

Bendiciones…

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